Elecciones de la RFEV: Un reducto de la ‘democracia orgánica’ de las Cortes franquistas

Mar Abierto - Al no poderse celebrar en 2020 por la pandemia, las elecciones a l

(31/dic/20) Sorprende que, 45 años después de la muerte de Franco, se mantengan los sistemas pre-democráticos del dictador en las elecciones a la presidencia de la RFEV. La ‘representación orgánica’ ideada para las Cortes Españolas en 1942, rebautizada en la federación como ‘votación por estamentos’, es una sostenida burla a la democracia por sufragio universal que se instauró felizmente en la política de nuestro país en 1977.

El sistema de votación por estamentos a la Presidencia de la Real Federación Española de Vela está inspirado en la democracia orgánica que el general Franco impuso en España en 1942 cuando creó las Cortes Españolas. El sistema ‘electoral’ de Franco estaba inspirado a su vez en el sistema político similar de representación orgánica que Benito Mussolini había instaurado pocos años antes en Italia.
En síntesis, la representación electoral orgánica elude el voto individual de los ciudadanos, y lo sustituye por el de estamentos que teóricamente les representan, como la familia, el municipio, las colectividades empresariales, sociales o el simple nombramiento ‘a dedo’. Nada que ver con el sufragio universal.
Como en tiempos de la dictadura, la votación por estamentos de la RFEV no ejerce la representación de los federados de vela a través del sufragio universal (1 federado = 1 voto), sino a través de estamentos que hacen de representantes y que son designados por la propia RFEV. Estos estamentos son algunos clubes, deportistas de élite, técnicos y medidores o los presidentes de Federaciones Territoriales de Vela. Todos ellos ejercen su voto de forma individual y secreta, sin el menor atisbo de delegación ni de control por parte de los aficionados federados a los que teóricamente representan.
La votación individual de los federados también está contemplada en las elecciones de la RFEV, pero su resultado en las urnas es muy marginal en el cómputo de votos. El grueso de la votación lo deciden otros estamentos, en una proporción que la Junta Directiva saliente estipula en cada convocatoria de elecciones.
Parece un anacronismo, pero es la realidad, y nadie parece tener el mayor inconveniente en mantener este sistema tan poco democrático en las votaciones a la Presidencia de la RFEV (y en otros muchos deportes). Visto desde fuera, este sistema electoral es absolutamente antidemocrático. Una vez dentro del sistema, esta capacidad de control de las elecciones seguro que tiene un sabor mucho más dulce.

Los ‘estamentos’ al poder
Las votaciones por ‘estamentos’ son muy queridas en los regímenes políticos autocráticos, pues dan un tinte democrático a un sistema de elección infinitamente más sencillo de controlar que el sufragio universal. Si tú mismo seleccionas quien te ha de votar y quien no, el resultado es manifiestamente previsible. Pero centrémonos en la Vela.
La Asamblea General que ha de elegir al nuevo presidente(a) de la RFEV la componen 119 miembros provenientes de distintos ‘estamentos’.
19, de los 119 miembros de la Asamblea son fijos por su cargo, como el propio presidente en funciones de la RFEV y los 18 presidentes de las Federaciones Territoriales. Los otros 100 miembros se eligen de los distintos estamentos. Entre ellos hay 44 presidentes de clubs, 36 deportistas, 15 técnicos y 5 jueces de regata.

El estamento de los clubs
En primer lugar precisar que este voto es personal y secreto. El presidente de un club seleccionado para este estamento vota la candidatura que le venga en gana, sin perjuicio de que la Asamblea de Socios de su club haya votado sus preferencias por otro candidato. Hay fundadas sospechas de dos presidentes de club (seguro que habrá más) en esta vergonzante situación en las recientes elecciones a la Presidencia de la Federació Catalana de Vela (FCV). No puedo citar nombres pues evidentemente no hay rastro documental del voto secreto.
Otra situación democráticamente discutible con los clubes es que cada presidente tiene un voto, al margen de que su club tenga 20 o 20.000 socios. Esta incongruencia lleva a situaciones como la también sucedida en las últimas elecciones a la presidencia de la FCV, cuando un candidato denunció el caso de varios pequeños clubes que votaban como estamento estaban recién creados, aceptados para votar fuera de plazo y con una veintena de socios, mayormente con DNI falsos e incluso uno de ellos presidido por el propio presidente de la FCV Xavi Torres. La Junta Electoral, elegida por la FCV para velar por el buen fin de las elecciones, desestimó el caso y no inhabilitó al presidente/candidato Xavi Torres por falsificar estos datos, siendo finalmente reelegido presidente de la FCV.
Y sin salir del estamento de clubs, comentar que su representatividad es aleatoria. Hace décadas, todos los miembros de un club náutico eran aficionados al mar (vela, motonáutica, pesca, esquí, . . ). Actualmente, el porcentaje de navegantes en las masas sociales ha bajado. Muchos socios lo son para ir a la piscina, jugar a cartas, al paddle, ir al gimnasio o simplemente para socializar amigablemente en el restaurante.
Pocos clubes disponen de Escuela Náutica o de amarres para barcos habitables y el porcentaje de socios que practican la vela cada día es menor en el censo de nuestros clubes náuticos. Este comentario no es una crítica, simplemente una constatación. Y en este contexto, es cada vez más habitual que los presidentes de los clubes náuticos sean personas ajenas al mundo de la navegación, lo que puede llegar a intoxicar –incluso involuntariamente- la calidad de su voto.

El estamento de Deportistas
Este estamento, con 36 miembros debería ser el reducto del verdadero sentir de los aficionados respecto a las candidaturas que se presentan a unas elecciones federativas, pero no representan ni una tercera parte (30% de los 119 votos) de los votos en la Asamblea, por cuanto difícilmente pueden ‘tumbar’ unas elecciones. Todo y así, en la RFEV han buscado descafeinar todavía más el potencial peligro de divergencia que podrían representar los simples aficionados con una cláusula indicando que 9 de los miembros de este estamento deben ser deportistas de alto nivel.
Un deportista de alto nivel señalado por la RFEV para formar parte de la Asamblea siempre es susceptible de ser una ‘barriga agradecida’ de favores recibidos de la federación en forma de subvenciones, entrenamientos, material, . . .. Su voto es predecible.

El estamento de Técnicos y Jueces
Los Técnicos y Jueces son imprescindibles para el buen desarrollo de la vela de competición, pero su inclusión en la Asamblea General es cuando menos discutible en su concepto. Trasladando este planteamiento a las elecciones en la política civil, es como si los técnicos o funcionarios de la administración tuvieran un voto de calidad prominente al de los demás ciudadanos.
Los 15 miembros del estamento de Técnicos apenas representan el 12,6% de los votos de la Asamblea pero, para no tener sorpresas en el sentido de su voto, los estatutos de la RFEV indican que 4 de estos miembros deben ser entrenadores de deportistas de alto nivel, un cargo que depende de la federación. Volvemos a lo comentado anteriormente sobre las ‘barrigas agradecidas’.
El estamento de los Jueces de Regata lo forman 5 miembros sin más condicionantes, aunque pocos de ellos serán desagradecidos en su votación mediando la posibilidad ofrecida por alguna candidatura de presidir el Jurado de un Campeonato Internacional o de España organizado por la RFEV.

El estamento de presidentes de las federaciones territoriales
El voto de los presidentes territoriales en la Asamblea General de la RFEV alambica –si cabe- la endogamia del sistema electoral por estamentos que rige nuestro deporte. Estos presidentes territoriales han sido elegidos por un proceso idéntico al de la RFEV y el intercambio de prebendas y favores siempre tiene una vía de doble carril. El voto de cada presidente territorial está decidido mucho antes de que se publiquen los programas electorales de cada candidato a la presidencia de la RFEV.

Conclusión
Entrados en el siglo XXI resulta increíble e imperdonable que el sufragio universal no haya llegado a las elecciones a la presidencia de las federaciones de vela.
Las elecciones a la presidencia de la RFEV deberían haberse celebrado en 2020, pero los problemas sanitarios han sido la excusa para aplazarlas hasta el invierno 2021, concretamente el 9 de marzo.
Con el actual sistema electoral por ‘estamentos’ es muy complicado que un candidato ajeno al sistema triunfe en unas elecciones federativas. Las votaciones ‘orgánicas’ dan enormes ventajas a quienes están ‘dentro’, empezando –y casi terminando- por un control rozando el pleno de las voluntades de voto de la Asamblea General.
Julia Casanueva, actual presidenta, obtuvo su primer mandato en 2015 con una moción de censura ‘desde dentro’ al presidente José Ángel Rodríguez. En 2017 fue reelegida y las elecciones 2021 aun no tienen candidaturas oficiales.
Lo más plausible es que Julia Casanueva no se presente y que su vicepresidente Pepe Martínez aspire a la elección Su opositor será posiblemente Javier Sanz, recientemente dimitido vicepresidente económico de la RFEV, ex-presidente del RCN de Palma y director de la Copa del Rey. La candidatura de Sanz contaría con Joaquín ‘Chimo’ González Devesa, vicepresidente cesado por la actual presidenta de la RFEV y presidente de la Federación Balear de Vela.
Si se confirman estas candidaturas, serán unas elecciones con aspirantes muy versados en los círculos de poder electorales. Ojalá la Junta Directiva elegida se atreva a instaurar un sistema de votación por sufragio universal. Será el mejor favor que le puedan hacer a la Vela.

Por: Enric Roselló, editor de Mar Abierto