Los Maxi copan el podio de la general IRC en una Sydney Hobart favorable a las grandes esloras

Mar Abierto Phillip Turner ('Alive') posa orgulloso con su segunda Tattersall Cu

(31/dic/23) El Reichel Pugh 66 ‘Alive’ de Phillip Turner se lleva la general en tiempo compensado IRC de la Rolex Sydney Hobart en una edición muy propicia a las grandes esloras. El mini-Maxi, ganador también en 2018, aprovechó sus conocimientos de los vientos locales para ganar minutos en la aproximación final a Hobart. ‘Alive’ fue cuarto en tiempo real, tras los maxis ‘LawConnect’ y ‘Andoo Comanche’ y ‘URM Group’.

“De alguna manera, hemos demostrado que ganar en 2018 no fue una casualidad", comentaba el patrón del ‘Alive’ Duncan Hine sobre su segunda victoria general en cinco años con este mismo barco. La preparación, la experiencia y el conocimiento local en la aproximación final a Hobart resultaron cruciales en la victoria de ‘Alive’, que mostró su maestría gestionando las complicadas condiciones a lo largo de las 628 millas de regata.
La edición 2023 ha sido especialmente dura con las pequeñas esloras, que se vieron enfrentados a distintas tormentas, calmas y vientos contrarios que las grandes esloras pudieron sortear con más facilidad.
El ‘Alive’ optó por la misma estrategia que los demás maxis en regata y se dirigió hacia el este, ganando millas mar adentro tras abandonar la bahía de Sídney. El objetivo era rodear lo peor de los frentes de tormenta y aprovechar al máximo el viento del este, una decisión que no dejó de preocupar a Hine. “Fue complicado. Cuando estás a más de 100 millas al este de la línea ortodrómica de rumbo directo y te sigues alejando de tierra, no dejas de preocuparte por la transición. El pansamiento que te ronda por la cabeza es: ¿volverá a soplar como estaba previsto?”.
Como muchos de los 103 barcos que salieron en esta edición, el Alive tuvo que lidiar con algunas roturas. “Navegamos con un foque menos, y era precisamente el foque adecuado para esta regata. Lo reventamos el primer día, pero aguantamos el ritmo del ‘URM Group’. Si hubiéramos tenido esa vela, creo que podríamos haber estado delante de ellos”.
Después de 48 horas de lucha contra los elementos, y confirmando una tradición habitual en los casi 80 años de historia de esta regata, las 10 millas finales remontando el río Derwent hacia Hobart fueron las que decidirían el ganador final.
“No nos dimos cuenta de que el ‘URM Group’ aún estaba en el río cuando nosotros entramos. Pensábamos que ya había terminado, pero lo vimos y dijimos: ¡¡ahí está!!. Navegamos habitualmente en estas aguas y sabíamos lo que estaba pasando: que el patrón meteorológico del W sustituiría al del S que venía río abajo. El pozo de viento en el que cayeron en el URM es bien conocido por los navegantes de Hobart”.
La navegante del ‘Alive’, Adrienne Cahalan, antigua regatista australiana del año y compitiendo en su 31ª Sydney Hobart, tenía un plan; y era el bueno. “Nos ceñimos a nuestra estrategia de tomar todas las decisiones posibles antes de salir al agua. En esta regata en particular, había muchos escenarios complicados y cambiantes, pero tuve la suerte de trabajar con Stu Bannatyne y Gavin Brady, que habían dado muchas vueltas al mundo. Hablamos de antemano, nos pusimos manos a la obra y mereció la pena”.
Alive paró el crono en 2:02:19:04 días, estableciendo un tiempo compensado IRC que ninguno de los barcos todavía en regata iba a poder mejorar. El equipo tasmano se hizo así con la codiciada Tattersall Cup y el Rolex grabado conmemorativo.
Hasta cinco Clase 0 comandan la clasificación general en tiempo compensado IRC, muestra de lo favorable que ha sido este año llegar en las primeras posiciones en tiempo real. Destacar la 6ª posición en compensado IRC del Clase 4 `Mistral’ (Lombart 34) de Rupert Henry, ganador entre los 16 inscritos en A2, una clase que gana adeptos año tras año en esta dura regata y que en esta edición colocaba a sus tres mejores barcos entre los 12 primeros de la general.