Tibia recomendación de la RFEV para limitar la participación de regatistas rusos

Mar Abierto El Swan 125 'Skorpios' capitaneado por Fenanndo Echávarri y con una

(2/mar/22) “La Real Federación Española de Vela, siguiendo las recomendaciones del Comité Ejecutivo del COI (Comité Olímpico Internacional) y de la World Sailing (Federación Internacional de Vela), solicita a todos los organizadores de eventos deportivos que tengan lugar en España no admitir la participación de regatistas y oficiales rusos y bielorrusos hasta nuevo aviso”

“En estos momentos tan duros que está sufriendo el pueblo ucraniano, la familia de la vela tiene que permanecer unida y firme mostrando su frontal rechazo a esta injusta situación.”
La entradilla y esta segunda frase es todo cuando dicen en la RFEV sobre la situación política en Europa. La federación espeñola se una a la protesta por ‘recomendación’ del COI, no por convicción propia, y simplemente 'solicita a los clubes que limiten', y no que suspendan -como pide WorldSailing- la participación de ciudadanos rusos en sus eventos.

La declaración de World Sailing es ligeramente más contundente que la de la RFEV:
“Hoy (ndr: 1 de marzo) , World Sailing se ha unido al Comité Olímpico Internacional (COI) y a las organizaciones deportivas mundiales para tomar la decisión de suspender la participación de deportistas y oficiales rusos y bielorrusos en competiciones y eventos aprobados por World Sailing hasta nuevo aviso.
Con la implementación de estas medidas, World Sailing está apoyando un acercamiento unido y coordinado dentro el movimiento deportivo mundial.
Esta decisión está en línea con la recomendación del Comité Ejecutivo del COI, destinada a preservar la integridad de las competiciones y garantizar la seguridad de todos los participantes, y ha sido acordada unánimemente por el Comité Ejecutivo de World Sailing.
Instamos encarecidamente a nuestras Autoridades Nacionales, Asociaciones de Clases, organismos afiliados y a todos los organizadores de eventos a implementar la medida de suspender la participación de deportistas y oficiales rusos y bielorrusos en sus respectivos eventos y competiciones.
Cuando esto no sea posible debido al corto espacio de tiempo o por razones organizativas o legales, World Sailing, en línea con la recomendación del Comité Ejecutivo del COI, aconseja a los organizadores de eventos hacer todo lo posible para asegurar que los deportistas rusos y bielorrusos (ya sea como individuales o equipos) y oficiales participen de manera neutral, sin símbolos nacionales, colores, banderas o himnos.
Tanto dentro como fuera del agua, nuestro deporte está unido por los valores de igualdad, inclusión, respecto y equidad.
Solicitamos a nuestra familia de la vela que se una como una fuerza deportiva para bien, trabajando con nosotros en este momento increíblemente difícil. (ver versión original en ingles aquí)

El mundo de la vela –incluso en la competición de alto nivel- es distinto al de otros deportes
Fútbol, básquet, tenis y otros deportes profesionalizados y de gran visibilidad mediática tienen una representación sociopolítica que no tiene la vela. El atletismo es un caso aparte pues, exceptuando los JJOO, su visibilidad no es tan alta. Y en el caso concreto de Rusia, ocurre que el veto al país por la invasión de Ucrania se solapa con la sanción que ya recibió ese país por el continuado dopaje de sus atletas.
El otro día, cuando vi al tenista ruso Andrei Rublev (nº #6 de la ATP) rotulando algo así como: ‘NO WAR’ de forma espontánea en el cristal televisado donde los jugadores firman tras su victoria en un partido, me preguntaba si tiene algún sentido vetar nacionalidades en los deportes individuales.
Lo mismo opino en el caso de la vela ligera, donde las tripulaciones compiten a título individual. ¿Qué culpa tienen los deportistas rusos de las atrocidades que puedan cometer los dirigentes de su país? Vetarlos es apriorizar que coinciden en las ambiciones de su máximo dirigente político. Haciendo la pregunta al revés; ¿Un deportista español o francés favorable a los delirios imperialistas de Putin también debería ser excluido de la competición?
En paralelo, la vela no es un deporte profesional y aplicar estas normas convierte a los clubs en gendarmes de este desaguisado. Entre una y otra cosa, no tengo clara esta simbiosis entre política y deporte.
Otro caso bien distinto son los clubes de fútbol o básquet cuando son empresas profesionalizadas propiedad de magnates rusos. Y meto en este paquete a los armadores de los numerosos superveleros que trufan las regatas internacionales, como el exitoso Swan 125 ‘Skorpios’ de Dmitry Rybolovlev, así como los armadores de los superyates propiedad de millonarios rusos. Los dueños de estos clubs o superbarcos se mueven en la selecta crema de contactos favorecidos y favorecedores económicos de Vladimir Putin.
El precio de estos barcos es irrisorio en este macabro aquelarre, pero complicar –en lo posible- el ostentoso derroche de poder y vanidad de estos oligarcas, que rara vez tienen su residencia en Rusia, puede alterar el desenlace de esta locura. Coincido con la opinión de los analistas que creen que la oligarquía económica es el único grupo de opinión que puede frenar ‘desde dentro’ la demencia de Putin. El pueblo ruso no tiene voz ni voto en este drama. Los multimillonarios (y los dirigentes chinos) están entre los pocos que pueden hacerse oír entre las bombas. Esperemos que sea así.

Por: Enric Roselló