Al Club Marítimo de Mahón le asignan el concurso de una marina con ‘okupas’ en el puerto de Maó

Mar Abierto A pesar de ser el nuevo adjudicatario de los amarres frente a su sed

(2/jul/22) La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha acordado aprobar la propuesta presentada por el Club Marítimo Mahón (única oferta en liza) para la gestión de las instalaciones frente a su casa-club en el muelle de Levante del puerto de Maó. Esta autorización consta de 165 amarres para embarcaciones de 8 a 15 metros en una lámina de agua de 19.167 m² y 698 m² de superficie de tierra. Las instalaciones cuentan con cuatro pantalanes flotantes e incluyen una explanada y su muelle asociado para la varada de embarcaciones ligeras.
La tasa de ocupación inicial era de 160.862 € anuales, a lo que el Club Marítimo Mahón ha añadido una mejora de 44.438 €, además del 4% de la tasa de actividad.
Con esta adjudicación, el Club Marítimo de Mahón recupera, 14 años después de perderlos en un controvertido concurso público, la zona que ocuparon los barcos de sus socios durante 50 años.
Hasta aquí la buena noticia. Lo que esta concesión no explica es que Trapsa (a través de su subsidiaria Marina Mahón) es la empresa oficialmente concesionaria en estas instalaciones a pesar de estar intervenida por la Audiencia Nacional. Marina Mahón sigue gestionando la zona y no tiene ninguna intención de abandonarla hasta que se pronuncien los altos tribunales.
Trapsa ya ha anunciado un recurso de casación ante el Supremo contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Balears, que dio la razón a la Autoridad Portuaria sobre la declaración de caducidad de los amarres que ocupa. Hasta que se resuelva el recurso Trapsa no está dispuesta a desalojar las instalaciones, una resolución que no está previsto que se produzca hasta este próximo otoño; como muy pronto. Incluso se habla de un año de demora.
Desde la Autoridad Portuaria mantienen que la solución se producirá a corto plazo, tan pronto el Club Marítimo haya presente la documentación formal requerida. Nacho Marra, gerente del CM Mahón, no estaba tan convencido de esta celeridad y ayer nos manifestaba su escepticismo sobre estos plazos: “Nos han dicho que la solución será ‘más pronto que tarde’, lo cual no es ninguna respuesta aclaratoria”.
Anexo a estas instalaciones ‘adjudicadas’ al Club Marítimo, otra concesión está pendiente de concurso en el puerto de Maó. Se trata de los 30 aproximadamente amarres de gran eslora que también explota Trapsa, la empresa intervenida judicialmente. Tras el fiasco de Trapsa, la antigua concesión se dividió en dos y el Club Marítimo también ha concurrido a esta segunda licitación, todo y que será más complicado que lo hagan con la oferta más ventajosa.
En estos momentos, el veterano club náutico menorquín se encuentra pues de facto sin amarres propios para socios ni transeúntes. La concesión de las plazas que gestionaba junto a la Costa d’en Reinés no le fue renovada y la cuenta de explotación del club dejará de ingresar unos 200.000€ esta temporada.